Comparto los últimos cambios
aprobados en las normas de ortografía y gramática en cuanto a género:
a)
Todas las palabras cuyo masculino acaba en -o hacen el femenino en -a. Por
tanto, lo normativo es formar femeninos como: médica, ingeniera, catedrática, técnica,
arquitecta, ministra, bióloga, mandataria.
No
se considera normativo emplear estas palabras como comunes en cuanto al género:
*la médico, *una técnico, etc.
Sin
embargo, algunas palabras dentro de este grupo continúan considerándose comunes
en cuanto al género. Ejemplos:
▫
Las acabadas en -o pertenecientes al ámbito militar: la soldado, la cabo, la
sargento.
▫
Palabras próximas al ámbito militar: la piloto, la copiloto, la sobrecargo.
▫
Las palabras acortadas: la fisio (de la fisioterapeuta), la otorrino (de la
otorrinolaringóloga).
▫
Otras palabras: la contralto, la soprano, la contrabajo.
b)
Las palabras agudas (sustantivos y adjetivos) acabadas en masculino en -or,
-ón, -án, -ín, -és hacen el femenino en -a. Ejemplos: doctora, campeona,
sultana, feligresa.
Siguen
esta misma pauta las palabras agudas (sustantivos y adjetivos) referidas a
personas que no designan necesariamente cargos, profesiones cualificadas, etc.
Ejemplos: peatona, tutora, truhana.
Hay
algunas excepciones a esta regla:
▫
Existen las formas femeninas actriz, directriz, aunque con significado distinto
de actora y directora.
▫
Se emplea la forma femenina la capitán
para designar el grado militar correspondiente. (Para otros usos de este
sustantivo, se admite la capitana.)
▫
El femenino de barón es baronesa.
▫ La palabra fan es común en cuanto al género: el/la fan.
c) Todas las palabras acabadas en el masculino con otra vocal que no
sea -o son comunes en cuanto al género. Ejemplos:
la agente, la comandante, la guardia, la periodista, la detective, la monarca,
la policía, la fisioterapeuta.
Estas son algunas de las excepciones a esta regla:
▫ Algunas palabras acabadas en -e, además de ser comunes en cuanto al
género, adoptan también la terminación -a para el femenino. Ejemplos: la
jefe/la jefa, la presidente/la presidenta, la cliente/la cliente, la
dependiente/la dependienta.
▫ El femenino de alcalde es alcaldesa, el de conde es condesa, el de
duque es duquesa, y el de jeque es jequesa.
▫ El femenino de sacerdote puede ser la sacerdote o la sacerdotisa,
aunque en ciertas religiones se prefiere la primera forma.
▫ El femenino de poeta puede ser la poetisa o la poeta.
▫ Para la denominación de ‘mujer que hace servicios domésticos en casa
ajena cobrando por ellos’, se registra solo la forma asistenta. El femenino la
asistente se emplea con otros significados.
▫ Existen los femeninos gobernanta y regenta, pero con significados
diferentes de los de los masculinos correspondientes.
d) Todas las palabras que designan o se refieren a personas cuyo
masculino acaba en cualquier consonante son comunes en cuanto al género.
Ejemplos: la barman, la canciller, la mandamás, la
portavoz.
Estas son algunas excepciones a esta regla:
▫ Las palabras terminadas en -or, -ón, -án, -ín, és (véase el apartado
b).
▫ Los adjetivos cortés y montés son de una sola terminación: una
persona cortés, una cabra montés.
▫ Las formas femeninas la líder, la cónsul, la juglar
y la chófer (o la chofer) presentan también los
femeninos irregulares respectivos lideresa, consulesa, juglaresa,
choferesa.
▫ El femenino de abad es abadesa.
▫ Las palabras juez y aprendiz presentan, junto a las formas la juez y la aprendiz,
las variantes respectivas jueza y aprendiza.
▫ Las formas la edil, la consejal, la
bedel y la fiscal presentan también los
femeninos en -a: edila, consejala, bedela, fiscala.
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