En Scrum se definen 3 roles: el Equipo de Desarrollo (Development Team), el
Dueño del Producto (Product Owner) y el SCRUM Master.
El Equipo de Desarrollo es responsable de estimar, desarrollar y
entregar productos terminados al final de cada Sprint. No tiene un líder, sus
miembros disponen de las habilidades necesarias para construir el producto, sin
títulos ni rangos, aunque con destrezas específicas, todos son desarrolladores,
y la responsabilidad del producto es del equipo. Sus miembros se auto-organizan
para decidir cómo realizar el trabajo y resolver los problemas que se
presenten. Su tamaño suele estar entre 3 y 9 personas.
El Product Owner es el responsable de maximizar el valor del Producto
y del trabajo del Equipo de Desarrollo, asegurando la claridad, visibilidad,
transparencia y comprensión de las características y requerimientos del
incremento del producto a desarrollar en cada Sprint. Gestiona las expectativas
de los stakeholders y determina las
prioridades de las especificaciones del producto, adaptándolas a los cambios
que se den en el negocio o en la tecnología. Aunque puede representar las
necesidades de un grupo de personas o comité, el Product Owner es una sola
persona con la autoridad para establecer las prioridades y especificaciones del
producto dentro del proyecto.
El SCRUM Master es el Coach del equipo, enseña y acompaña el uso de
SCRUM, ayudando al equipo para que alcance su máximo nivel de productividad. En
palabras de Wolk[1] es
un Facilitador que fomenta ambientes de apertura y discusión para lograr
consensos, es un Provocador que desafía las estructuras rígidas y antiguas
concepciones de cómo se deben hacer las cosas, es un Detective que busca
indicios y pistas en la narrativa del equipo, y es un Soplador de brasas que
facilita en el otro el aprendizaje para reconectarlo a sus pasiones.
El SCRUM Master es un Facilitador
Servicial que acompaña al Product Owner y al Equipo de Desarrollo en la
comprensión y el uso correcto de SCRUM,
y para que realicen sus actividades con productividad y eficiencia.
Asimismo, protege al equipo de distracciones y trabas externas, facilita la
remoción de impedimentos y asegura la comunicación y colaboración dentro del
equipo.
El SCRUM Master realiza sus
funciones sin interferir en el trabajo del equipo, no ordena, ni controla, por
lo que no incide de forma directa en los resultados del equipo, a diferencia de
un gerente tradicional de proyectos. Sin embargo, sí el SCRUM Master logra
cumplir con éxito su propósito, será una pieza clave en el logro del éxito del
proyecto.
SCRUM propone un conjunto mínimo
de artefactos para construir un producto, en la próxima entrega les hablaré
sobre ello.
Gracias por leerme.
[1]
Wolk, Leonardo. Coaching. El arte de soplar brasas, 2003. Citado en Alaimo y Salinas.
Proyectos ágiles con SCRUM. Flexibilidad, aprendizaje, innovación y colaboración
en contextos complejos, 2015.
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