“Los sprints
son el latido del corazón de Scrum, donde las ideas se convierten en valor”
(guía Scrum, 2020).
Que buena metáfora, dado que una buena salud, requiere un corazón con un ritmo constante, es decir, latidos que duran el mismo tiempo.
Asimismo, en Scrum, los sprints son ciclos o iteraciones de duración fija, entre 1 y 4 semanas, que facilitan la creación de consistencia, predictibilidad y foco en lo importante, la entrega frecuente de valor.
Los sprints son ciclos iterativos de duración fija, entre 1 y 4 semanas, que se ejecutan uno tras otros.
Cada sprint
contiene todo el trabajo necesario para alcanzar un incremento de valor del
producto.
Como un proyecto
corto, el sprint contiene una meta (sprint
goal), comienza con un evento de planificación (sprint planning), durante su ejecución, el equipo realiza reuniones
diarias de sincronización y trabajo colaborativo (daily), el backlog se clarifica y refina (sprint refinement), y el sprint termina con la revisión del trabajo
realizado (sprint review) y una
sesión de retrospectiva que promueve la mejora continua del equipo (sprint retrospective).
Mantener los
sprints de la misma duración, y dentro de él, eventos que se dan en forma
periódica, en el mismo lugar y con la misma duración, favorece una cadencia
con un ritmo regular de desarrollo que facilita al equipo conocer su capacidad,
estimar mejor, ganar previsibilidad y una mejor gestión de la complejidad e
incertidumbre.
Cada nuevo sprint
comienza inmediatamente después de la finalización del sprint anterior,
generando un ritmo de desarrollo constante.
Veamos un ejemplo:
Evento |
Cuándo |
Duración |
Sprint |
Cada 2 semanas |
2 semanas (10 días) |
Planificación |
Día 1 del sprint |
2 horas |
Daily |
Todos los días |
15 minutos |
Refinamiento |
Día 7 del sprint |
1 hora |
Revisión |
Día 10 del sprint |
1 hora |
Retrospectiva |
Día 10 del sprint |
1 hora |
Dentro de cada sprint las historias de usuario que conforman el sprint backlog cumplen criterios comunes de preparado (Definition of Ready o DoR) y el equipo acuerda las características que debe cumplir cada historia para ser dada por hecha (Definition of Done o DoD), lo que facilita una guía de las tareas que debe realizar el equipo de desarrollo para disponer al final de cada sprint de incrementos del producto potencialmente entregables y usables.
El ritmo y criterios comunes de trabajo ayudan a los
miembros del equipo a organizar su tiempo, a estimar, anticiparse y adaptarse
mejor a las circunstancias, trabajar con menos estrés e incertidumbre, poniendo
foco en lo que verdaderamente importa, el desarrollo de actividades que generan
valor.
Cambiar la duración de los sprints rompe el ritmo de
trabajo, dificultando al equipo la planificación y estimación de esfuerzos, tener
una velocidad estable, autoorganizarse y la entrega de incrementos de productos
en intervalos regulares.
Pueden presentarse excepciones, como en períodos
vacacionales, festivos o eventos especiales dentro de la organización que
pueden impactar el ritmo de los sprints. En todo caso, la planificación de los
sprints deberá ajustarse temporalmente a estas circunstancias y retomar su
ritmo habitual a la brevedad posible.
Conocer la duración apropiada del sprint es un
desafío que enfrentan los nuevos equipos ágiles. Dependerá de la madurez del
equipo, la complejidad del producto, la necesidad de retroalimentación, lo
cambiante de los requerimientos, etc.
Recordemos que Scrum es empírico, el equipo asumirá
una duración inicial que podrá adaptar una vez conozca mejor el producto y
contexto de trabajo, y una vez establecida, lo recomendado es mantenerla.
@Soy.Agile.Coach
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